Ameli ―así se llama la propietaria de esta vivienda― siempre había soñado con tener una vivienda en España, cerca del mar, para escaparse a la menor ocasión y criar a su hija en un clima mediterráneo. Cuando nos llamó, acababa de adquirir ese inmueble a través de un familiar que lo había comprado años antes en una subasta; estaba cerca del mar, pero, cuando llegaron a la vivienda, se encontraron un espacio oscuro, con las instalaciones y los suelos arrancados, estancias muy compartimentadas, escalones y desniveles en suelo y techos. No sabían cómo empezar, aunque les gustaron mucho el edificio y la ubicación. Nuestro objetivo fue realizar una obra de bajo presupuesto centrada en crear un espacio amable, mediterráneo y luminoso. Para ello abrimos espacios unificando cocina y comedor, recurrimos a la elección de materiales naturales como madera, mimbre y lino, además de hacer uso de colores blancos, verdes y azules que evocasen el mar. Con todo ello creemos haber conseguido convertir su pequeño sueño en realidad: tener una preciosa casita en el mediterráneo.