Con un presupuesto reducido, debíamos convertir un almacén en un plató de tv para el pueblo de Buñol. Querían grabar entrevistas, debates y presentaciones para dar un servicio a las asociaciones, partidos políticos y ciudadanos de esta localidad. Después de realizar la parte técnica para insonorización, grabación e iluminación, apostamos por dos sets sencillos, el de entrevistas, con dos sillones rojos –color representativo del pueblo de Buñol– y un set de debate con una mesa retroiluminada con colores alegres y elegantes, grises, azules y amarillos. Todo ello fue realizado por pintores, carpinteros y pequeños comercios de la zona.