A diferencia de otros proyectos, Fran tenía muy claro cómo quería su casa. Tenía cientos de referentes, ideas y propuestas. Solo hacía falta que ordenáramos todo ese puzle y le pusiéramos la pizca de sal. La casa es una planta baja situada en un pueblecito de interior, con un pequeño patio, y necesitaba que a través de la ventana sur se iluminaran todas las estancias. Por ello, elegir la cocina en tonos blancos y resolver lo demás en tonos neutros, hizo que pudiéramos permitirnos dar toques de color divertidos para los complementos, como las lámparas, puf, mueble de tv y los cojines. Tanto el mobiliario, cojines, cortinas, como el sofá, se realizaron por profesionales del pueblo, ya que Fran tiene un local y quería que en su casa participaran todos sus clientes y vecinos. Una familia cariñosa, alegre y sencilla, pero sin perder nunca esa pizca de elegancia, exactamente como su casa. Gracias a los tres, ha sido un placer trabajar con vosotros.