Cuando Israel nos contactó, lo primero que nos dijo es que quería un hogar para él y sus dos hijos, en el que todos pudieran estar juntos sin molestarse, y que la casa tuviera tres cosas importantes: orden, elegancia y amabilidad. Como el espacio contaba con una buena orientación, y unas calidades de base bastante buenas, optamos por tirar todos los tabiques y unir salón, estudio y cocina. Esto hizo que la orientación sur (calor y luz) llegaran a todas las partes oscuras de la vivienda, además de permitirnos una ventilación cruzada para verano. Reutilizamos todos los armarios y carpinterías interiores con un lacado ecológico, introdujimos madera aceitada en suelo y mobiliario, además de un trabajo de carpintería a medida por parte de un artesano local. Por medio de este conjunto de acciones combinadas logramos que en este proyecto se respire un ambiente cálido, armónico y elegante. Trabajamos desde la demolición a la compra del sacacorchos, simplemente TODO, y para ello creamos un vínculo muy especial de confianza, respecto y escucha con el propietario que hizo posible que el proyecto fuera exactamente lo que esta familia necesitaba. Gracias.