VORAMAR

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Fecha: 2022 – Menorca (Islas Baleares)
Superficie:700m2
Intervención: Amueblamiento
En colaboración con Irebeva

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Este restaurante fue todo un reto. Contábamos, a favor, con un parquin de coche, dos pérgolas y unas magníficas vistas, y en contra, muy poco tiempo y bajo presupuesto.
El aparcadero pertenecía a un bloque de apartamentos y necesitaban reconvertirlo, en el plazo de 40 días, en un sunset bar donde la gente pudiera disfrutar de una magnífica puesta de sol mientras tomaban un coctel o picoteaban. Se trataba, además, de que tuviera la personalidad suficiente para convertirse en un lugar de referencia para contemplar los maravillosos
atardeceres en la isla.
Así que, de nuevo, ¡manos a la obra! Nuestra predilección por los materiales naturales y colores mediterráneos se convirtió en nuestra mejor baza.  Apoyarnos en materiales como la madera, el yute, el esparto, el mimbre, la cerámica y la naturaleza del lugar, fue lo que nos llevó al éxito.
Diseñamos 4 espacios:
La pérgola-restaurante. Materiales como la cuerda en sillas y lámparas, el juego de los colores empolvados, la cubierta de tela trenzada, más los detalles en cerámica y flores secas convirtieron este espacio en la zona más elegante del restaurante. Ideal para una cena con familia o amigos.
 La segunda pérgola. Una zona, más de picoteo, más versátil, donde las sillas menorquinas, junto a las mesas y la iluminación del recinto obraban el efecto de un espacio en movimiento que podía albergar igual a un grupo de amigos que a una cena romántica en pareja.
Jugamos con las traviesas de madera para separar los espacios y salvar la pendiente del terreno.
Para el espacio entre pérgolas, con el apoyo de la segunda barra y la cabina del DJ, las lámparas de colores y las velas hicieron que se convirtiera en una zona perfectamente habilitada donde mover el cuerpo al ritmo de la música.
Y por último, la zona relax.
Sofás, tumbonas, cortinas, velas, el mar, la madera, la piedra, la luz, el lino, junto con la música, transformaron el lugar en un espacio privilegiado para disfrutar la puesta de sol.
Al final el parquin para coches se convirtió en un lugar excepcional donde pasar las tardes de verano cerca del mar.
No puedo dejar de nombrar y agradecer a todo mi equipo de montadores que hicieron posible realizar este proyecto en un tiempo récord.
Gracias a todos y gracias, Menorca, por tu magnífica acogida.

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